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Tengo para mí que cualquier elección deja fuera una o
más posibilidades. Cuando los congoleses 'eligieron' ndoki eliminaron cosas como por ejemplo la banca.
La sociedad civil carece de
bancos. Si reúnes un poco de dinerito (1), entonces tienes un problema,
amigo. A ver cómo lo solventas.
Tus parientes se enteran,
se te acercan. Te felicitamos. Lo celebramos comiendo, bebiendo, cantando. Pagando tú que
para eso tienes dinerito y te pedimos un poco, no
mucho.
Ah, pero yo les digo que no puedo
ni siquiera prestado: tengo planes para invertir en un buen negocio.
Cuidado, amigo! Corres serio peligro! Si en represalia te echan mal de ojo -ndoki- vas arreglado, te va a pasar
algo. Primero va de aviso. Luego la cosa se pondrá peor (me refirieron casos hasta de muerte por envenenamiento. Mi viudedad, desde luego, era un caso sangrante de ndoki: averigua quién ...)
La cultura animista, atribuye vida anímica y poderes a los objetos de la naturaleza y creen en la existencia de espíritus que animan todas las cosas (los obispos también). Esa es su coartada: no han sido ellos los causantes de tus males, los espíritus lo fueron. A veces se reúne el clan familiar durante interminables horas -o días- para dilucidar las causas de por qué el primo fulanito ha contraído la polio o el sida. O se ha roto una pierna. Todo, todo tiene un porqué. Hay que averiguarlo, pues detrás, encima o al lado está el ndoki: a ver cómo salimos de esta.
Entonces tú, que conoces de sobra esta mecánica,
les das un poco de tu dinerito no vaya a ser que te caiga el mundo encima.
Tanto dinerito ahorrado vas soltando que cuando te
quieres dar cuenta se evaporan tus dineritos. Adiós negocios, bienestar, planes de
futuro. Los parientes y amigos íntimos vuelven a sus cercanos o lejanos
quehaceres. O sea, a holgar, que para trabajar ya están ellas. Si acaso cazar o pescar. Así que,
bancos para guardar, ¿qué?
Nuestras sociedades del norte no 'elegimos' el ndoki. Pero nos quedamos con la banca. Por ejemplo. Vivimos inmersos en una sopa bancaria, rodeados de sucursales por el N, el S, el E y el O. Por tierra, mar y
aire. Cada aldea, barrio o esquina. Todos ahora con su deudita incorporada que vamos pagando entre todos con la mejor buena voluntad (!).
Nos va diferente. Somos, no sé cómo diría yo: otra
cosa más civilizada, más desarrollada. Progresista, sí. Nos va bonito. Ellos nos admiran, nos
envidian. El 80 % de ellos daría cualquier cosa por subirse al norte.
(1) Reunir dinerito: pero no a base de sueldos. La insignificante minoría que trabaja lo hace por unos 12 €/mes cuando los cobra. Con ese dinerito en el bolsillo se les plantean grandes dilemas. Por ej., comprar un saco de mandioca (el alimento básico para toda la familia para todo el mes) o una pastilla de jabón: y punto ... final!
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